viernes, septiembre 29, 2006

33,333

Teníamos una relacion especial con este número, 33,3, era el canon de la justicia, el modo en que ellos dividian el 100 % disponible.
Era un numero periódico. Siempre se escapaban en él los decimales, como si estuviesen en fuga. Imposible adecuarlo a la realidad, fijarlo de manera exacta, adaptarlo a las cosas, al reparto. Supongo que todas esas cifras infinitesimales eran las que instauraban su callada y microscópica tortura y establecían los parámetros secretos de nuestros juegos de amor y poder.